Muñoz Mora, Mª José. Doctora arquitecta. Profesora del Dpto. de Arquitectura y Tecnología de la Edificación de la UPCT
Navarro Moreno, David. Doctor ingeniero de edificación. Profesor del Dpto. de Arquitectura y Tecnología de la Edificación de la UPCT
Martínez Oliva, Rosario. Ingeniera de Edificación. Profesional libre
RESUMEN
En el Campo de Cartagena se emplaza el Huerto de las Bolas, construido a principios del siglo XX y atribuido al arquitecto Víctor Beltrí. Se trata de una villa recreativa y productiva que cuenta con una vivienda principal modelada al estilo de los palacios urbanos a la que se une un cuidado programa de ajardinamiento con numerosos elementos ornamentales, además de una zona destinada a cultivo y diversas construcciones secundarias. El objetivo de esta comunicación es presentar el Plan Director redactado en el año 2021, una herramienta guía que, a partir de su investigación y documentación, garantiza una adecuada conservación y restauración, así como valorización a través de su difusión, interpretación, uso y disfrute sostenibles, de este Bien de Interés Cultural.
Palabras clave: salvaguarda, patrimonio arquitectónico, villa, jardín histórico, trencadís, Víctor Beltrí, modernismo.
ABSTRACT
The Huerto de las Bolas, built at the beginning of the 20th century and attributed to the architect Víctor Beltrí, is located in Campo de Cartagena. It is a recreational and productive villa with a main house modelled in the style of the urban palaces, together with a carefully planned landscaping programme with numerous ornamental elements, as well as an area for cultivation and various secondary constructions. The aim of this communication is to present the Master Plan drawn up in 2021, a guide tool that, based on its research and documentation, guarantees adequate conservation and restoration, as well as valorization through its dissemination, interpretation, use and enjoyment. sustainable, of this Asset of Cultural Interest.
Keywords: safeguard, architectural heritage, villa, historical garden, trencadís, Víctor Beltrí, modernism.
1.- INTRODUCCIÓN. LAS VILLAS DEL CAMPO DE CARTAGENA
La comarca del Campo de Cartagena ofrece un importante repertorio de arquitectura residencial de tipo burgués, con numerosas villas de indudable valor arquitectónico y paisajístico dada su cuidada arquitectura y la estrecha vinculación existente con su entorno natural.
Estas edificaciones tienen su origen a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, época en que la ciudad portuaria alcanzó un importante crecimiento económico, sintiéndose su efecto de forma clara en la sociedad, donde pronto surgió una potente burguesía acaudalada que mostró su pujanza y poder económico a través de la arquitectura. De este modo, Cartagena fue objeto de un profundo cambio conforme a las nuevas ideas arquitectónicas y urbanísticas en boga.
Sumidos en este fervor arquitectónico, los ricos mineros y acaudalados comerciantes comenzaron a construir en los alrededores de la ciudad imponentes residencias alejadas del ajetreo urbano y destinadas tanto para el reposo, ocio y relación social, como para disfrutar de las vistas y el ambiente saludable y fresco de su entorno natural.
Estas villas conforman conjuntos patrimoniales de gran relevancia, al sumar al valor de la edificación, la de los bienes muebles que contienen y que forman con ellos una unidad cultural, así como por la relación que a veces entablan con su entorno, sea este un jardín histórico o el espacio de cultivo circundante. Sin embargo, a pesar de su indudable interés cultural, e incluso de su protección jurídica, resulta preocupante el progresivo deterioro que muchas vienen sufriendo en los últimos años.
Entre las villas de este conjunto patrimonial se encuentra el Huerto de las Bolas, cuya entidad arquitectónica y roturada naturaleza circundante la dotan de una singular esencia atractiva e inspiradora, convirtiéndola en uno de los ejemplares más representativos (Navarro Moreno, 2017).
El Huerto de las Bolas es una finca ubicada en el Campo de Cartagena pero próxima a la ciudad y cuenta con una extensión de casi 40 hectáreas. Se trata de una villa que combina una doble finalidad, así, por un lado, presenta una vivienda principal modelada al estilo de los palacios urbanos, a la que se une un bello y cuidado programa de ajardinamiento con numerosos elementos ornamentales y escultóricos, siempre bajo la premisa inseparable de satisfacer el ansia de expresar la identidad y de poner de manifiesto la distinción social. Por otro, cuenta con una zona destinada a cultivo, que además de servir para autoconsumo y proporcionar un rendimiento económico a través de su explotación agropecuaria, comprende sectores ideados para su contemplación, pues esta también resulta agradable. Completan el conjunto diversas construcciones secundarias como la casa de los guardas, la casa de la balsa y varios almacenes y cuadras.
El presente documento tiene por objeto exponer parte del Plan Director para la recuperación de esta villa redactado por los autores de esta comunicación en diciembre del año 2021 y que tuvo como principal motivación la identificación, valoración y diagnóstico, y propuesta de medidas de actuación, de todos los elementos de este recinto; espacios de acceso, jardín, zonas de cultivo, especies vegetales, edificaciones, mobiliario urbano, etc.
2.- ANTECEDENTES
Los Llagostera (Esteban Llagostera i Punti (1847-1917) y Julia Molina Macabich (¿-1922)) eran una familia de comerciantes de origen catalán dedicados a la venta de tejidos y pertenecientes a la influyente burguesía comercial de la Cartagena de principios del siglo XX. Esteban era natural de Manlleu, provincia de Barcelona, donde su familia tenía una fábrica de tejidos. Siendo joven decidió instalarse en Cartagena, donde alcanzó gran prosperidad con su empresa Esteban Llagostera y Cª.
Los Llagostera encargaron al arquitecto Víctor Beltrí la construcción de su residencia urbana, conocida como Casa Llagostera (1903-1916), ubicada en la calle Mayor de Cartagena. Se trataba de una casa de tres pisos y bajo comercial de la cual solo se conserva su singular fachada, caracterizada por su decoración a base de cerámica pintada, obra del ceramista y pintor Gaspar Polo, sino que, además, cabe señalar la existencia en la azotea de un torreón que servía para comunicarse, mediante banderas, con la torre del Huerto de las Bolas.
El matrimonio no tuvo descendencia directa, por lo que sus sobrinos fueron los herederos de su patrimonio tras su muerte. Los herederos de la familia Llagostera Molina pusieron a la venta el Huerto de las Bolas, que fue adquirido por la familia Martínez Balsalobre, que representa la última generación de propietarios, pues tras su declaración en 2005 como Bien de Interés Cultural se vio en la obligación de ceder la propiedad al Ayuntamiento: «No podíamos hacer otra cosa, lo incluyeron como espacio libre en un plan parcial con un millar de casas, lo cual nos obligó a deshacernos de toda la propiedad». En 2007 fue adquirido por el Excmo. Ayuntamiento de Cartagena, que se sacó a concurso público en 2009 la concesión durante 20 años del uso privativo de la edificación principal para dedicación hostelera. Esta concesión fue otorgada en 2010 a Miguel Hernández Schonwalder, actual gerente y chef del restaurante Casa Beltrí. Por su parte, el terreno circundante (jardín y huerto) fue incorporado al conjunto de parques y jardines municipales.

Fig. 1. Ortofotografía del Huerto de las Bolas realizada con dron. Autor: José Gabriel Gómez Carrasco, 2021
La primera medida para la protección de Torre Llagostera fue adoptada con su inclusión en el Catálogo de Edificios del Plan General Municipal de Ordenación de Cartagena de 1987 (nº de ficha 16.232) donde queda definida la finca como de estilo ecléctico y se le asigna un grado de protección 2, para el cual eran permitidas pequeñas modificaciones de adaptabilidad a los nuevos usos y costumbres pero siempre conservando sus estructuras fundamentales, distribuciones y configuraciones espaciales.
Desde el año 2005 cuenta con un nivel de protección contemplado por la Ley 16/1985 de Patrimonio Histórico Español y la Ley 4/20007 de Patrimonio Cultural de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia correspondiente a la declaración de Bien de Interés Cultural, (nº 160.232 del Catálogo del Servicio de Patrimonio Histórico de la CARM).
En el expediente de declaración, además de delimitar el entorno de protección son enumeradas un total de 33 partes integrantes, pertenencias y accesorios de la villa considerados de especial relevancia.
3.- EL HUERTO DE LAS BOLAS Y EL SISTEMA CONSTRUCTIVO CONOCIDO COMO “TRENCADÍS”
Cabe destacar la singularidad en los valores simbólicos ligados a las costumbres locales y tradiciones de la memoria local que posé el Huerto de las Bolas, de hecho, el inmueble conforma un complejo patrimonial de gran valor, no sólo por la multiplicidad de registros estilísticos y su depurado lenguaje ornamental –de autoría relevante–, sino también por la esencia histórica que aún se conserva en algunos de sus espacios interiores en los que son atesorados acabados de gran valía. Asimismo, otro factor que enriquece el panorama descrito son los aspectos etnográficos y antropológicos aún legibles en la actualidad fruto de su vinculación con la producción agrícola, como el complejo sistema de riego.
Pero si hay algo que caracteriza al Huerto de las Bolas es el uso de revestimientos de acabado con trocitos de azulejo o lo que se conoce como “trencadís”.

Fig. 2. Fachada principal de la vivienda. Fuente: David Frutos, 2013
En la edificación principal o vivienda, los azulejos recubren todos los cerramientos exteriores con recuadros de diversos temas, formando composiciones vegetales modernistas. Hay composiciones geométricas con cuadros y círculos en azul, blanco y naranja, de moderno y atractivo diseño. En algunos de ellos aparecen las iniciales de los propietarios, Esteban Llagostera y Julia Molina. Los azulejos utilizados en el Huerto de las Bolas tienen distinta procedencia; uno de los modelos que podemos apreciar es de diseño vegetal y se trata de un modelo muy conocido de la prestigiosa casa de Hijo de Jaume Pujol i Bausis, conocida popularmente como “La Rajoleta” de Esplugues de Llobregat (Barcelona). El modelo es el número 28 del catálogo de distribución (Subías Pujadas, 1989) diseñado por Luís Brú y Salelles y que se localiza en sitios tan importantes como la biblioteca de la Casa Navas de Reus, del arquitecto Lluís Domènech i Montaner. En el Huerto de las Bolas se han encontrado muchos de los modelos de azulejo que utilizó Gaudí para el Parque Güell.



Fig. 3. Izq. Torre de la vivienda. Centro. Reproducción actual de la pieza número 2 del catálogo de Pujol y Bausis. Dcha. Torre del Parque Güell
La torre está coronada con una linterna recubierta de un trencadís compuesto de trozos de cerámica y porcelana de diverso tipo: platos, tejas vidriadas, azulejos e incluso piezas de vidrio de colores, que se mezclan en un conjunto de un aspecto muy original. Es posible leer en algunas de las piezas, fabricantes tan importantes como: la fábrica de “La Amistad” de Cartagena; Pickman SA, La Cartuja, de Sevilla, o de Sandeman Macdougall.
Sin duda alguna, la torre, alta y profusamente trabajada, se presenta como el elemento más representativo de la villa sobre el cual parecen concentrarse todos los atractivos arquitectónicos del edificio, convirtiéndose en un hito arquitectónico cuya silueta emerge de entre una densa e inusual masa forestal rodeada a su vez de campos de cultivo.



Fig. 4. Izq. Linterna de la torre. Centro. Detalle del revestimiento de trencadís. Dcha. Remate ornamental de la balaustrada de la torre.
Mención especial merece el jardín, donde el uso de los azulejos de todo tipo, forma y color llega a su cenit con excelentes diseños a base de trencadís empleado en bancos, cenadores y miradores, configurando un conjunto único.



Fig. 5. Izq. Mirador, BIC 27. Centro. Banco cubierto, BIC 10. Dcha. Banco, BIC 14. Fuente: Autores, 2021
Resulta indispensable datar el avanzado estado de deterioro en el que se encuentran la mayor parte de los bienes de este monumental conjunto, a excepción de parte de la vivienda principal que fue objeto de remodelación en el año 2010.
4.- PROPUESTA DE RECUPERACIÓN. EL PLAN DIRECTOR
En diciembre de 2021 se recibió el encargo de realizar un Plan Director para el conjunto del Huerto de las Bolas que conformase una herramienta para la adecuada conservación, restauración y desarrollo sostenible del monumento. El nuevo Plan Director debía ser un documento técnico con la información necesaria para la correcta comprensión del bien, la función que originó su razón de ser y su puesta en valor: titularidad, estado de conservación, establecimiento de las actuaciones necesarias para la conservación y rehabilitación, necesidades de mantenimiento, modalidades de gestión, programas de difusión, estudios económicos, análisis de sostenibilidad, accesibilidad y todo lo pertinente de acuerdo con las características y entidad del bien cultural. Este documento servirá para regular y proponer como se han de proyectar tanto las intervenciones más inmediatas como las que puedan ir surgiendo a medida que se vaya acometiendo la recuperación integral del Huerto de las Bolas.


Fig. 6. Fichas. Izq. Elemento mobiliario, banco 17BIC. Dcha. Elemento vegetal. Fuente: Autores, 2021
El documento facilitaría la revalorización del Bien declarado de Interés Cultural (BIC) de modo que así se pudiera proporcionar a la sociedad en general y a la comunidad local en particular su conocimiento y disfrute. El planteamiento metodológico del trabajo distinguió tres objetivos: conocimiento, análisis y estrategias de actuación.
La metodología de trabajo, en las fases de conocimiento y análisis, con la que se desarrolló el Plan Director fue la siguiente:
1. Preparación de cartografía previa. Para ello se tuvo como referencia el proyecto de 2010 y se llevó a cabo un nuevo levantamiento topográfico actualizado que serviría de base para la identificación de todos los elementos que componen el conjunto y la elaboración de planos.
2. Trabajo de campo. Vistas in situ al jardín para contrastar los planos de hace 12 años y realizar los levantamientos actuales del recinto: redes de abastecimiento, edificaciones, mobiliario urbano, especies vegetales, etc. Los levantamientos que dieron lugar a la actualización de cartografías fueron realizados con dron, fotogrametría, scanner láser, y también mediante metodologías más tradicionales como croquizado.
3. Elaboración de cartografía revisada. Tras un periodo de trabajo de campo se procedió al dibujo actualizado del recinto, de todas sus instalaciones, de las edificaciones, de su mobiliario urbano y de las especies vegetales. Para la identificación de los bienes muebles y de la vegetación se elaboraron más de 150 fichas que constatan la realidad física de cada elemento de manera individualizada indicando su posición en el Huerto, su estado actual, su patología y recomendaciones de actuación sobre el mismo.

Fig. 7. Plano del recinto con propuesta de musealización. Fuente: Autores, 2021
Con el conocimiento gráfico y técnico preciso de todo el conjunto se procedió a la elaboración de la memoria y planos del trabajo focalizado en la idea de que el Huerto de las Bolas constituye uno de los ejemplos más significativos de villa suburbana de Cartagena y podría constituir el punto central de un itinerario turístico que pusiera en valor este denostado patrimonio de la ciudad; el de las villas suburbanas. Se caracteriza el ejemplo de este trabajo por no haber sido objeto de profundas transformaciones desde la época de su construcción y conservar gran parte de su esencia original. Por estos motivos se presenta como el ejemplar más adecuado para su musealización y esta se definió como la principal estrategia de actuación del Plan Director, que se concretaba en:
– acondicionar el semisótano y la planta baja de la edificación principal como museo del modernismo.
– acondicionar la planta primera de la edificación principal como zona para albergar exposiciones temporales.
– acondicionar la casa de la noria como centro de interpretación del Huerto de las Bolas.
– recuperar la antigua noria de sangre para la extracción de agua subterránea ubicada-junto a la alberca que hace las veces de piscina, así como los canales de riego. Se trata de una instalación muy interesante desde el punto de vista etnográfico.
– acondicionar la casa de guardas como sala de usos múltiples.
– rehabilitar los gallineros y utilizarlos como aviario.
– rehabilitar los cuartos de aperos para su uso por parte del servicio de mantenimiento del jardín.
– restaurar los elementos arquitectónicos del jardín.
– realizar la puesta a punto de las especies vegetales del jardín.
– recuperar los sectores de huerto y gestionar algunos de ellos mediante el sistema de Huertos Urbanos.
– acondicionar una zona de aparcamiento junto al acceso posterior de la finca, que se utilizará como acceso habitual.
El fin último de la gestión del patrimonio cultural consiste en transmitir su significado y concienciar de la necesidad de su conservación a la sociedad. De ello se encarga la valorización o puesta en valor, que desempeña un papel fundamental en la regulación del acceso físico, intelectual y emotivo a los bienes culturales, posibilitando de este modo el desarrollo no sólo cultural sino también económico de la comunidad.
El Plan Director brevemente expuesto ha pretendido dotar de las herramientas necesarias para convertir el Huerto de las Bolas en el eje vertebrador de un producto cultural (las villas de Cartagena). Un simple vistazo al conjunto de medidas adoptadas para su valorización basta para saber que se está abarcando un proyecto de largo recorrido, con una fundamentada metodología y unos notables resultados, que no puede ni debe pasarse por alto.
5.- CITAS, REFERENCIAS Y BIBLIOGRAFÍA
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